Todo procede del mar
Todo procede del Mar.!! Sí amigos, todo procede del mar. El agua que cayó del cielo y qué a su vez formó nuestra atmósfera al evaporarse debido al calor que proyecta el Sol sobre nuestro Planeta Tierra. En forma líquida descendió a la tierra e inundó casi la totalidad de la superficie terrestre y fue en esa gran humedad creada por el agua qué según los científicos los primeros organismos se llegaron a desarrollar ahí, en ese medio hídrico. Los primeros supervivientes terrestres fueron los protozoos y las amebas; unos organismos unicelulares los cuales son muy resistentes a climas extremos.
Charles Darwin tenía la teoría de que la vida en el Planeta Tierra comenzó en pequeñas charcas de temperaturas tibias, las cuales no serían muy profundas. Pero un estudio actualizado y llevado a cabo por científicos de Londres, más concretamente por Nick Lane de la Universidad College de Londres a impugnado esta teoría de Darwin, creando unas nuevas dudas de donde se originó verdaderamente la vida en nuestro Planeta.
Los primeros supervivientes terrestres fueron los protozoos y las amebas; unos organismos unicelulares los cuales son muy resistentes a climas extremos.
Este científico 'Nick Lane' según un artículo publicado en la revista www.iflscience.com a probado con éxito que han sido capaces de crear protocélulas en aguas marinas a temperaturas calientes y de composición alcalina a grandes profundidades. Estos hallazgos según Nick, conllevaron unas pruebas experimentales muy solidas las cuales deben tenerse en cuenta.
Vídeo / Pixabay.com
El mar, esa masa inmensa de agua... La cual atrae desde tiempos inmemoriales a todo aquel que se acerca a ella y los mas osados la cruzan de extremo a extremo impregnándose y disfrutando de las maravillosas vistas que se pueden observar cuando ya nos encontramos navegando en alta mar. Solo decir qué: Como dice un viejo refrán marinero... “A la mar y al viento, una cuarta a barlovento”. El viento y las olas hacen que el barco pierda su estabilidad. Barlovento se refiere a la dirección del viento. Por lo tanto, si en la vida hay situaciones complicadas, lo mejor es ajustar bien las velas y no perder el rumbo.
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